La realidad de una sociedad «conectada»

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Me es imposible no dedicar el primer post de este Blog de tecnología a la idea que impulsó su creación, el internet del siglo XXI y, en consecuencia, los cambios que ocasiona. Todo comenzó cuando asistí a una ponencia que el “gurú” de la tecnología Enrique Dans nos ofreció en la facultad de Telecomunicaciones de la UPM. Allí habló de cómo internet ha pasado de ser un medio unilateral, en el que el usuario se limita a recibir o consultar una información, a convertirse en un mundo de posibilidades para las ideas y  la interacción entre usuarios. Así, habló sobre servicios de crowdfunding como Kickstarter, IndieGogo… servicios de monitorización de, por ejemplo, tu actividad en las redes sociales , o de incluso gran parte de todos los movimientos que realizas y los alimentos que consumes (como FitBit). Tras su enérgica exposición del Internet de nuestros tiempos, una cosa quedó clara, todo está cambiando, herramientas del “ordenador de toda la vida” (Word, Excel, Powerpoint…) habían quedado obsoletas, eran, como él mismo sentenció, herramientas del siglo pasado.

Sin embargo, los cambios no quedan ahí. Internet no está protagonizando solamente una revolución en las herramientas que utilizamos para trabajar. Está protagonizando un cambio social. Hemos sido testigos de movimientos  como el de los “Indignados” que tanta repercusión adquirió en las redes sociales y que se organizaba a través de ellas. Cada día se tienen nuevas noticias sobre el caso Snowden o las filtraciones de Wikileaks, que tanta atención mediática generaron y que han llegado a ocasionar verdaderos conflictos diplomáticos. Estos y otros temas igual de importantes como la piratería y los derechos de autor, el intento de control de la pornografía en Reino Unido, etc. son ocasionados y promocionados por y a través de Internet, suscitan debates nacionales sobre el espionaje, las descargas ilegales, derechos de transparencia, de intimidad… aspectos básicos de la sociedad que han de ser revisados y modificados atendiendo a unos modelos más adaptados a nuestro tiempo. Es un proceso lento y tortuoso, en muchas ocasiones debido a unas autoridades obsoletas y que no alcanzan a comprender la verdadera repercusión de la red, ni su comportamiento.

Internet es, por lo tanto, un medio sobre el que se basan todos estos servicios y controversias mencionados, y  mucho más. Internet constituye una nueva “revolución industrial” donde el protagonista es el individuo y la innovación, donde la creatividad de cada uno de nosotros se potencia con herramientas sencillas y sociales que favorecen el compartir y discutir ideas, así como hacerlas realidad sin necesidad de software profesional ni complejos procesos de fabricación (como en la impresión 3D). En definitiva, Internet constituye la herramienta que cambia la sociedad, la forma de organizarse, de comunicarse, que abre puertas y posibilidades a las personas y encamina poco a poco al conjunto de la población hacia una sociedad más creativa, más capaz, más abierta, y ante todo, universal.

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